CORTEJO HUMANO
Las conductas de cortejo se activan con la finalidad
de atraer física y sexualmente a parejas potenciales.
Luego de la experiencia de sentirse inicialmente
atraído por el otro, hay varias conductas observables en el juego seductor:
# Establecer contacto visual: la pupila del ojo humano
se ensancha cuando el individuo siente interés por lo que ve.
“Te presto sin tiempo mis ojos, para que lentamente me
descubras” (Celsa Barja Rodriguez)
# Mantener la mirada
# Ruborizarse
# Desviar la mirada, caída de párpados:
“Una mirada desde abajo es mucho más peligrosa que una
directa” Diario de un seductor –Kierkegaard
#Devolver la mirada con timidez
# Mirar de soslayo sonriendo
# Exageración vocal de trivialidades
# Risa
“los ojos son los órganos donde se inicia el romance,
pues es la mirada penetrante lo que provoca la sonrisa humana”
# Rotar para enfrentarse mutuamente
# Acercarse uno al otro
# Humedecerse los labios
# Ajustarse la ropa para descubrir la piel desnuda
# Tocar inadvertidamente
# Imitar los gestos del otro
Hay un esquema universal de flirteo: mirada
penetrante, reconocimiento, conversación, el roce y la fugaz sincronía amorosa.
Hombres y mujeres miran fijamente a una posible pareja, no más de dos o tres
segundos, durante las cuales sus pupilas puedan dilatarse, señal de extremo
interés. Luego él o ella apartan la vista. Pero esa mirada no pasa inadvertida,
pues activa nuestra parte cerebral más primitiva, provocando interés o rechazo.
La característica de la mirada masculina, pareciera
colaborar con esta secuencia seductora, como quién distingue a la futura “presa”
entre todas las demás.
El encuentro de las miradas iniciará la conversación.
Luego comenzará el contacto, al comienzo como un simple roce. Entre miradas y
leves contactos llegaran al último peldaño del cortejo, que es la sincronía
física total, un baile de movimiento corporal en espejo. Hace algunos años, era
común la concresión final del romance, a través del baile cuerpo a cuerpo, los
llamados “lentos”, esta sincronía física permitía la llegada del primer beso.
Algunas tácticas de cortejo femeninas y masculinas:
actitud tímida, ladeo de la cabeza, el pecho hacia adelante, la mirada
penetrante como parte de un código para atraer a la pareja. La mujer sonríe y
levanta sus cejas, mientras abre bien sus ojos para ver quién la observa, baja
luego los párpados y baja la cabeza, mirando hacia otro lado. El hombre,
arqueando su espalda, echa su pecho hacia adelante como pavoneándose. Este “desplegar
las plumas” de los hombres en su comportamiento seductor, es una forma de
publicitarse ante las hembras. También incluyen en el cortejo sutiles
comportamientos territoriales. Los otros hombres son posibles competidores en
la conquista.
En todo este juego seductor, cada quién seguirá su
propio mapa, una serie de características físicas psicológicas y
comportamientos mentales que encontrará atractivas en el compañero. Esto lleva
la marca de la propia individualidad.
“La mujer ha perdido a un príncipe que quedó sumergido
en las historias de su infancia y que ahora reaparece en el hombre de sus
sueños. En la pasión amorosa, hay un reencuentro con lo que hemos perdido”
(Sigmund Freud)