SWINGERS
SEXO SOCIAL RECREATIVO
La palabra
swinger se deriva del verbo inglés “to swing” que significa balance, libertad
de movimientos, oscilación: swing, por lo tanto, es aquella persona con amplio
criterio, que decide ejercer su libertad de acción en lo que respecta a su vida
sexual. Esto incluye el intercambio de pareja, la práctica de sexo en grupo de
tres personas o más y todas las variaciones que pueden surgir de ello.
Los
swingers se definen a sí mismos como “una pareja que practica el sexo con otra
pero sin separarse, en el mismo espacio físico, es decir, trasladando el placer
de uno a otro, mirando al ser amado gozar”.
Concepto
del que parte la filosofía swinger: “no creen en la propiedad privada de
la pareja, no se sienten dueños del cuerpo del otro y por eso se pueden
permitir buscar otras fuentes de placer”. Para sostenerlo se necesitaría un
diálogo constante, porque la práctica puede detonar ciertos celos y reproches
inevitables.
La
principal directiva en el intercambio de pareja es “NO” significa no. El rechazo a una proposición sexual no requiere
justificación y debe ser siempre respetada. La violación a esta regla, en
ocasiones, lleva a la expulsión inmediata. Otras reglas estrictas en muchos
clubes de intercambio de pareja es el uso obligatorio de preservativos.
El estilo
de vida swinger nació a principios de la Segunda Guerra Mundial (1939) en
Filipinas, entre los miembros de alto rango de la United State Air Force; pilotos
de élite de las tropas establecidas allí, que estaban junto a sus familias. Su
tasa de mortalidad en la guerra era la más alta entre la totalidad de las
fuerzas armadas y probablemente debido a esto, la no monogamia entre ellos se
hizo común.
Algunos
militares, junto a otras mujeres que no siempre eran sus esposas, inventaron un
juego que consistía en poner dentro de un sombrero las llaves de sus
habitaciones y al azar, intercambiaban sus parejas. De ahí que la cerradura y
las llaves forman parte de la simbología del movimiento.
De todas
maneras esta práctica es antigua en otras civilizaciones. Los esquimales, por
ejemplo, acostumbraban prestar sus mujeres a sus vecinos cuando salían a cazar.
El objetivo era la preservación de la mujer que podía no resistir las bajas
temperaturas, sin el apoyo de alguien.
Según NASCA (North American Swing Club Association, fundada
en 1979) la actividad swinger uede
definirse como sexo social recreativo.
Es un encuentro social y sexual con alguien que no es su enamorado, novia o
novio, muy diferente de la tradicional relación de pareja de uno a uno y donde
el objetivo principal es el sexo recreacional. La actividad puede ocurrir en
una fiesta swinger, en un encuentro de pareja a pareja, o con una tercera
persona en un trío. Aunque los hombres y mujeres solas también estén incluidos,
es principalmente una actividad de parejas.
A la Argentina llegó hace 30 años por iniciativa de un grupo
de hombres de clase alta que habían conocido el Club de París, la meca del
swinger europeo. Los primeros encuentros fueron en el Delta del Tigre, pero con
acceso restringido.
La comunidad que existe en la Argentina está tramitando su
personería jurídica ante la justicia para formar la Asociación Argentina de
Swingers.
Existe un código en la práctica swinger. Las reglas que
siguen son:
1)
La pareja siempre debe estar de acuerdo. Los dos
tienen que saber de qué se trata una casa de swing. La sorpresa no vale.
2)
La relación tiene que ser buena. Nadie debe
buscar en el swing una solución a las crisis amorosas.
3)
No se debe condenar ninguna fantasía. Además,
nadie puede comentar con conocidos lo que sucede allí entre las parejas.
4)
La sutileza es el arma de esta relación. Bastan
una mirada o una caricia para sugerir el intercambio. Sentarse cerca también es
un buen comienzo.
5)
Todos deben permanecer anónimos. Dentro y fuera
de las boites, nadie conoce a nadie. Dar nombres, jamás.
6)
Los hombres no deben ir acompañados por mujeres
que no sean su esposa, su novia o una amiga.
7)
Es preciso evitar ser exhibicionista para no
causar inhibiciones. Sobre todo, los hombres solteros.
8)
Es apropiado quedarse por lo menos una hora
tomando algo o bailando antes de subir a las cabinas del amor.
En la lectura de distintos testimonios de parejas
swinger, aparecen varias ideas centrales. Una de ellas, es que en el intercambio swinger, sólo se trataría de
sexo genital, y así no habría ocasión para desarrollar una relación romántica
paralela. Por eso, lo muestran como una especie de vacuna contra la
infidelidad, ya esto permitiría dar
rienda suelta al deseo con otras mujeres y hombres, sin poner en riesgo la
continuidad de la pareja. De ahí la importancia para ellos que la pareja
swinger funcione bien antes de comenzar con esta experiencia, para no quedar
atrapado en otro tipo de situaciones románticas que lleven a la ruptura del
vínculo
Pareciera que se tratara de re contratar
nuevamente la unión, preservarlo de la ruptura ante la aparición de una posible
infidelidad, y de este modo, se buscaría en el intercambio una vía de escape de
la rutina. Para ellos, sería una manera de
reinventarse en la cama, teniendo como premisa la presencia del cónyuge, y así no sería entendida como adulterio.
La diferencia que sostienen tener con los
matrimonios abiertos, es que éstos se toman una libertad absoluta en el plano
sexual y esto genera riesgos….como los celos que se despiertan al pensar que no
saben con exactitud todo lo que hizo en la salida con un tercero sin la
compañía de la pareja.
En una entrevista realizada al Dr Sapetti,
menciona que si bien el intercambio de parejas no constituye una patología,
muchas veces en consulta se ve la dificultad de algunos hombres en ver a su
mujer gozar con otro, esto los hace medirse con este otro que comparte cama con
su compañera.
Al sexo swinger se lo caracteriza como sólo
genital, no pudiendo reemplazar al sexo en pareja, y es pensado como una forma
diferente de preservar el vínculo de infidelidades.
“Sabemos que el amor no cabe en una jaula,
que sobre él no existen derechos adquiridos” (Testimonio). Vivirían el amor
alejado de la idea de propiedad sobre el cuerpo del otro, seguros que la
calidad del vínculo que han conseguido,
va más allá de la simple expresión genital.
“Una pareja
estable, madura, con comunicación tendrá en el swinger una alternativa
de diversión y placer seguro….” (Testimonio)
Re contratar el vínculo, teniendo en cuenta
las dificultades de mantener a ultranza una monogamia absolutamente cultural
y tratando de escapar a la infidelidad
vivida como un nexo peligroso donde se le agrega lo sentimental al sexo
puramente genital, con el consecuente riesgo que esto implica para la
continuación del vínculo.
Por ende, la actividad swinger, para los que la practican, no se equiparía al adulterio, porque para que
haya adulterio tendría que existir un engaño, un ocultamiento, que en esta
práctica no existe, no habría secretos. La ilusión de vivir el placer sexual
sin exponer a la relación de pareja y sin comprometer la continuidad.
Parten de pensar por qué habría que
pretender el goce exclusivo del cuerpo
del otro, y de esta manera, la actividad swinger se presentaría para los que la practican como un antídoto
contra la infidelidad, intentando dejar de lado el concepto de posesión sobre
el otro.
Lic.
María Ester Antelo
REFERENCIAS:
# Revista SASH – Otoño 2006. Artículo: el
movimiento swinger
# Artículo Página 12 –Se multiplica en el
país el movimiento swinger
No hay comentarios.:
Publicar un comentario