· A pesar de
toda la información circulante sobre sexualidad, todos los avances científicos
en cuanto al papel de las hormonas, la prevención de enfermedades de
transmisión sexual y los métodos de anticoncepción, quedan todavía prejuicios.
Las grandes
mentiras del sexo afectan al disfrute de las parejas. Y lleva como consecuencia
a una sexualidad mal entendida, que provoca miedos y tabúes.
A
continuación, una serie de leyendas urbanas, que aún circulan en nuestra
sociedad y que no ayudan al bienestar sexual.
• Los orgasmos simultáneos constituyen
mayor placer que los orgasmos experimentados en forma separada y son, además,
necesarios para la compatibilidad sexual en el matrimonio.
Se dice que
en una pareja ideal, sus integrantes consiguen el orgasmo al mismo tiempo. Serían
más placenteros que los
experimentados en forma separada. En realidad, no puede calificarse como mejor
o peor. Fue el ginecólogo Van de Velde
en el año 1926, quién afirmó la importancia de que la pareja pudiera conseguir
orgasmos simultáneos, mito demasiado romántico, que no benefició demasiado.
Requiere esfuerzos maratónicos para lograr sincronizar dos tiempos diferentes,
el masculino y el femenino, para el logro del placer, un examen más a rendir en
el campo del sexo.
•Las mujeres eyaculan al igual que lo
hacen los hombres
Las
glándulas para-uretrales son la fuente de la eyaculación femenina, que a
diferencia de la masculina, (necesaria para la reproducción), en las
mujeres, no tiene otro objetivo que no sea provocar placer sexual. Entre un
35 a un 40 por ciento de las mujeres eyacula al tener su orgasmo.
Muchas
mujeres refieren sentir deseos de orinar y se confunden pensando que el líquido eyaculatorio podría tratarse de
orina. Pero a través de distintas investigaciones se comprobó que el líquido eyaculado posee altos niveles de
ácido fosfático prostático y glucosa; mientras que la orina contiene urea y creatinina.
Los estudios
realizados hasta el momento indican que el líquido eyaculatorio femenino, al
igual que el masculino, es expulsado a través de la uretra, y su cantidad variable de mujer a mujer, e
inclusive diferente en los distintos encuentros o partenaires.
•La excelencia de la ejecución
atlética es reducida por el coito, la noche antes o el día de cualquier
competencia atlética
Este mito se
fundamenta más en razones morales que fisiológicas. Históricamente los deportes
simbolizaban la vida sana y limpia en contraposición a lo sexual, y se creía
que de esta forma se podía dilapidar la energía de los atletas. La realidad es
que el atleta que está tenso probablemente no tenga el mismo desempeño que
quién está relajado, porque no tiene el mismo dominio sobre su cuerpo; pensado
de esta forma el acto sexual no tendría que estar contraindicado. Ya el Dr. W.
Masters decía que para recuperarse de un acto sexual sólo se necesitan de 5
minutos. La recomendación de
abstinencia antes de las competiciones carece de bases fisiológicas y
científicas.
•El pene grande es importante para la
gratificación y el placer de una mujer.
El tamaño
del pene no es importante para la satisfacción sexual de la mujer. La vagina es
un órgano “virtual”, elástico, que tiene la capacidad de adaptarse al pene que
la penetre. Si a eso le sumamos que la mayoría de las terminaciones nerviosas
se encuentran en la entrada de la vagina, explica porque el tamaño no influye
demasiado en las vivencias de
satisfacción femenina.
Y en
realidad, son muy raros los casos de micro pene. Este problema depende de
trastornos hormonales de la pubertad o déficit congénito de testosterona. Fuera de estos casos excepcionales, el tamaño
en estado de erección sigue un rango
entre 14 y 17 cm de longitud. Y un detalle interesante: los penes más pequeños
en estado de flaccidez, aumentan de tamaño en proporción mayor que los penes
más grandes, llegándose casi a equiparar su longitud. Los penes más pequeños aumentan de tamaño más
que los otros.
•El hombre con un pene grande es más
potente sexualmente que el hombre con uno pequeño
La
asociación entre el tamaño del pene-virilidad-potencia sexual es una creencia
arraigada entre los varones. La confusión se inicia en la admiración que causa
en algunos jóvenes el tamaño y que lo asocian a una habilidad sexual
extraordinaria. Y en el prejuicio que existe respecto a que el tamaño es
símbolo de mayor virilidad. Las dimensiones
del pene son determinadas por la herencia y no afectan de ninguna manera a la
potencia sexual.
•Debido a su contenido en calorías el
semen engorda si es deglutido durante la felatio.
El valor
calórico de cada eyaculación es de aproximadamente 36 calorías (lo equivalente
a un terrón de azúcar).Los espermatozoides son un exudado estéril sin valor
nutritivo: no engordan ni alimentan. Las enzimas gastrointestinales lo eliminan
totalmente.
•El coito debe evitarse durante el
embarazo
Exceptuando
casos de indicación médica precisa, por ejemplo en casos de embarazo de alto
riesgo, el coito no está contraindicado
durante el embarazo. Muchas parejas temen que la penetración pueda hacer daño
al bebé, pero la realidad es que ningún pene es tan grande como para
lastimarlo. Además el cuello del útero está sellado por una membrana mucosa
para protegerlo de las infecciones por lo tanto
es imposible acceder a él.
Por otra
parte, en algunas mujeres, suele producirse un incremento del deseo sexual,
logrando orgasmos más intensos y multiplicándose los momentos eróticos.
•La dificultad eréctil en los ancianos
es siempre el resultado de factores físicos
La edad es
un factor de riesgo para la disfunción eréctil pero no es condición sine qua
non. Con el envejecimiento, la respuesta sexual es diferente en cantidad y en
calidad; se demora más la excitación y en obtener una erección y también se
tarda más en eyacular. Pero la causa más
frecuente de fracasos y frustraciones, es pensar que es posible tener la misma
respuesta que en la juventud; y así puede producirse un abandono prematuro de
la actividad erótica.
Mucha gente
cree que con la vejez la sexualidad ha llegado a su fin. Pero en realidad, se
trata de aprender a disfrutar del proceso más que enceguecerse por lograr un
objetivo; en numerosos casos esto
provoca que entre en juego una intensa ansiedad por el rendimiento, que conduce
a vivir el encuentro sexual como un examen.
La vida
sexual de los ancianos depende más de cómo ha experimentado la sexualidad a lo
largo de su vida, que de factores físicos.
• La educación sexual en las escuelas
conduce a incrementar la exteriorización de lo sexual, la promiscuidad y el
aumento de los embarazos
En muchos
ámbitos y épocas se solía pensar que el conocimiento sobre el sexo dañaba y por eso se omitía brindar “demasiada
información”. Se creía que todo lo que la gente joven sabía acerca del sexo, lo
iba a poner en práctica, aumentando con esto las conductas promiscuas y los
embarazos.
“La
educación sexual ocurre aun cuando no se mencione ni una palabra”.
Está
demostrado sin embargo que los jóvenes que están bien informados probablemente
postergan su debut sexual y son más responsables en el ejercicio de su
sexualidad.
La educación
sexual se inicia desde que nacemos a partir de los valores y conductas que se
trasmiten en nuestras familias. Después, se suma lo que recibimos a partir de
la educación escolar y la que incorporamos a través de los medios de
comunicación, la web y la publicidad.
Sería
importante que la educación sexual no quede sólo en la transmisión de
información para prevenir conductas riesgosas y contenidos meramente
académicos. Como menciona Graciela Morgade: Partiendo de la base de que TODA
EDUCACIÓN ES SEXUAL, porque en todos los procesos educativos se producen, transmiten
y negocian sentidos y saberes respecto de la sexualidad y las relaciones de
género. Y que esta transmisión de saberes, siempre ocurre dentro del marco
social y cultural en el que estamos inmersos.
La educación
no puede no ser sexual, incluso en lo que omite. En el silencio se perpetúan
dogmas. Por eso, la educación sexual debería ser la puerta de entrada para
poder reconocer situaciones de violencia, abuso, maltrato, además de contribuir
a la tarea de eliminar prejuicios y estereotipos.
•Hay vaginas demasiado anchas para
algunos penes
Otro de los
mitos acerca del tamaño. Que un pene no llene totalmente la vagina puede
deberse a muchos factores; cavidad vaginal dilatada por varios partos
naturales; variaciones de acuerdo al momento del ciclo menstrual; en la etapa
de excitación de la mujer, la vagina se siente con mayor amplitud; o la
variación en las distintas posiciones. Lo cierto es que la vagina es una
cavidad elástica que se adapta al tamaño del miembro que la penetra.
•El hombre que goza cuando le
estimulan los pezones o el ano, posee tendencias homosexuales reprimidas
Además de la
zona genital, existen en nuestro cuerpo numerosas zonas de alto nivel
sensitivo-erótico, que nos resulten placentera su estimulación. La zona anal y los pezones son zonas erógenas, como cualquier otra, que no hace diferencia
entre hombres y mujeres. Algunas parejas utilizan la práctica de introducirse
mutuamente los dedos en la zona anal, que puede resultar una variante dentro
del mapa de disfrute de su relación heterosexual. Estas zonas pueden ser las
preferida de un hombre y esto no indicar homosexualidad en absoluto.
•La eyaculación y el orgasmo en los
hombres es el mismo fenómeno
Aunque la
mayoría de los hombres experimentan simultáneamente el orgasmo y la
eyaculación, se tratan de conceptos diferentes. Por orgasmo se entiende el
momento culminante del placer sexual e incluye la contracción de los músculos genitales
acompañado de una intensa sensación de placer generalizado. La eyaculación es
la expulsión del líquido seminal, que lleva a la culminación del acto sexual,
relajando el área genital, haciendo que la sangre abandone el pene para poner
fin a la erección, al tiempo que se relaja el cuerpo entero.
Es posible
eyacular sin sentir todo el placer proporcionado por un orgasmo, así cómo es
posible vivenciar un orgasmo sin eyaculación. Por ejemplo, después de una
intervención de próstata, o mediante la
práctica de sexualidad tántrica.
•Los humanos pueden tener el fenómeno
del “pene cautivo”(abotonamiento) durante el coito vaginal
Así como
hemos visto muchas parejas de perros en la calle, que quedan pegados o
atrapados después del coito, alguna vez uno se pregunta si a los humanos nos
puede pasar lo mismo?
Esta
condición se llama “El Síndrome del Pene Cautivo” y circula con éxito por las
redes sociales dando cuenta de situaciones que refieren a cuando una pareja durante o después del acto
sexual quedan agarrados por medio de sus genitales, sin poder separarse.
Se han
escuchado historias de parejas que han quedado atrapados durante el acto
sexual, donde necesitaron ayuda de médicos especialistas para ser separados;
Sin embargo, fuera de anécdotas de cuentos y leyendas, no existen casos
científicamente documentados del “Pene Cautivo” en los seres humanos.
Aunque es
muy divertido o paralizante imaginarse una pareja tratando de separarse debido
a esta condición, lo que en realidad puede ocurrir, es que cuando el pene está
dentro de la vagina y este a su vez se agranda, los músculos del piso pélvico
de la mujer se contraen rítmicamente durante el orgasmo; mientras esos músculos
se contraen, el pene se siente más presionado y se hincha más, los cuales
pueden duran unos segundos como mucho.
El miedo que
invade al hombre que cree esta mentira suele impedirle disfrutar libremente del
placer sexual y establecer relaciones sanas, lo que inevitablemente altera
también su salud mental.
Por supuesto
que el cuadro de vaginismo existe, impidiendo la penetración y en un porciento
alto de casos, con acompañamiento de dolor. Ahora bien, si fuera ocurrir el
suceso de espasmo intenso mientras ocurre la penetración, el pene perdería su
erección debido a este hecho y se deslizaría hacia el exterior fácilmente. En
la literatura científica contemporánea, no existen casos verificados de
"penes cautivos'.
Debería
haber una lotería con premio mayor para obtener un caso de vaginismo en la
mujer que simultáneamente tuviera un
priapismo del varón…
La mejor
forma de acabar con estos mitos es a través de la información, buscando
respuestas ya sea con un médico o páginas confiables en Internet.
En el caso
de los animales, no se trata de un síndrome o problema, sino de un sistema para
aumentar el tiempo de la copula para así tener más garantías de éxito de
fecundación.
•La masturbación es un hábito de los
jóvenes y su práctica cesa una vez que han conseguido pareja
La
masturbación es un comportamiento sexual normal, independientemente si la
persona tiene pareja o no. Permite explorarse, conocerse, saber lo que le gusta y lo que no a la hora del encuentro sexual y
sentirse más cómodo con su propia sexualidad, ya que en algunos casos ayuda a
generar auto confianza en el propio desempeño sexual.
•Sexualidad es igual a coito. Si no
realizas penetración, no has tenido una relación sexual completa
La
sexualidad, además de lo corporal, tiene una dimensión emocional y espiritual.
Sexualidad no es sinónimo de genitalidad. La definición que da la OMS sobre
sexualidad:
"Un aspecto central del ser humano,
presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles
de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la
orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos,
fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles
y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas
dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La
sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos,
psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales,
históricos, religiosos y espirituales."
La mayoría
de las mujeres necesitan de otras
fuentes de estimulación (no sólo la penetración) para alcanzar el clímax. Todo
ello sin tener en cuenta que resulta mucho más satisfactoria la sexualidad para
la pareja si ésta no se limita al coito
como una única fuente de placer.
Cuando esto
es tenido en cuenta, podemos dejar de vivir el sexo con la ansiedad de un examen, cuyo resultado ideal sea la
penetración con logro del orgasmo, y empezar a centrarnos en otras vivencias
del sexo, que enriquecen al erotismo de la pareja y al bienestar de ambos.
•El alcohol es un estimulante sexual
Una copita
de más estimula el deseo y ayuda a levantar las inhibiciones para poder acercarse
y desempeñarse mejor sexualmente. Algunos usan el alcohol como desinhibidor,
pero pasado cierto límite, actúa como un depresor del Sistema Nervioso Central.
En altas cantidades, puede dificultar la erección. Y cuando el abuso de alcohol
se hace crónico, el hígado comienza a producir una enzima que reduce la
testosterona, imprescindible en el circuito del deseo y la erección. “El
alcohol produce excitación sexual pero impide ejercerla”.
•La menopausia o una histerectomía
terminan con la vida sexual de una mujer
Se suele
pensar que a partir de la menopausia las mujeres pierden el deseo sexual.
Creencia que la vida sexual de la mujer termina con la menopausia; un intento más de ligar
la sexualidad con la reproducción. Si bien es cierto que con la menopausia
aparecen cambios en la lubricación vaginal, sofocones, sudores por la
inestabilidad vasomotora y otros síntomas;
en muchos casos, al liberarse la mujer de la presión por quedar
embarazada, se logra una mayor libertad para disfrutar de las relaciones .Eso
se traduce en una actividad sexual más placentera, más desinhibida,
destinada al placer.
Hay que
tener en cuenta, que para hombres y para mujeres, un saludable estado físico
contribuye en el mantenimiento de la actividad sexual en la madurez. Por lo
tanto las conductas de vida saludables que se haya tenido son de gran ayuda.
•Travesti es sinónimo de transexual y
ambos son homosexuales
No hay que
confundir la transexualidad o el travestismo con la orientación sexual.
Los
transexuales afirman pertenecer al género opuesto a su condición anatómica,
rechazan sus caracteres sexuales y
tienen el deseo manifiesto de cambiarlos médica y quirúrgicamente.
El
travestismo, en cambio, es una identidad transgénero en la que una persona de
determinado género biológico utiliza la vestimenta socialmente asignada al
género opuesto.
En ambos
casos, no implican ninguna forma específica de orientación sexual. Su elección
puede ser heterosexual, homosexual o bisexual.
. Tener fantasías sexuales es
sinónimo de infidelidad:
Es bastante
común escuchar esto de “si piensa en otro/a, ya está siendo infiel”, como
equiparando la posibilidad de fantasear a una especie de “pecado del
pensamiento”. Helen Kaplan mencionaba
que los tres mayores afrodisíacos eran las fantasías, el tiempo y el amor. Las fantasías sexuales otorgan tanto a
hombres como a mujeres la posibilidad de desinhibirse, aunque sea sólo en la
imaginación. Permiten intensificar el placer sexual, en muchos casos cumpliendo
con deseos insatisfechos, porque la censura acá no se aplica, y eso opera como
un estímulo transgresor.
Es común que
en ciertos momentos los miembros de una pareja fantaseen o se sientan atraídos
por otras personas. El problema no es que estos deseos aparezcan, sino lo que
uno hace con ellos. La fidelidad no es ausencia de deseo, sino autocontrol.
Para la
sexología, la fantasía es un instrumento válido para el tratamiento del bajo
deseo sexual y en el caso de ciertas disfunciones sexuales. Nos permite
transcender a la realidad, deja que escapemos
de la rutina un rato para así, poder
desobedecer mandatos morales, sociales y religiosos. Pueden usarse como el
combustible necesario para encender la chispa.
. El hombre es el responsable del
goce y del orgasmo femenino.
Se ha cargado sobre los hombros
masculinos esta mochila, la responsabilidad por la satisfacción sexual de la
mujer. Y en muchos casos, lo pagan con altas dosis de ansiedad, cuando viven
pendientes del rendimiento. La realidad
es que cada sexo es responsable de su propio goce.
. A partir de la menopausia las
mujeres pierden el deseo sexual.
Creencia que
la vida sexual de la mujer termina con la menopausia; un intento más de ligar
la sexualidad con la reproducción. Si bien es cierto que con la menopausia
aparecen cambios en la lubricación vaginal, sofocones, sudores por la
inestabilidad vasomotora y otros síntomas;
en muchos casos, al liberarse la mujer de la presión por quedar
embarazada, se logra una mayor libertad para disfrutar de las relaciones .Eso
se traduce en una actividad sexual más placentera, más desinhibida,
destinada al placer.
Hay que
tener en cuenta, que para hombres y para mujeres, un saludable estado físico
contribuye en el mantenimiento de la actividad sexual en la madurez. Por lo
tanto las conductas de vida saludables que se haya tenido son de gran ayuda.
. La masturbación reiterada limita la
producción de esperma
La
emisión de semen en las relaciones sexuales o con la masturbación, no
desgasta la vitalidad del hombre ni disminuye su producción.
. Existen dos tipos de orgasmo
femenino: uno vaginal y otro clitoridiano.
Se enlaza
con otro, la mujer llega al orgasmo al sentir la penetración del pene. Sólo hay
un tipo de orgasmo, con independencia del lugar donde se aplique principalmente
la estimulación. Las contracciones musculares, las vías nerviosas y los centros
nerviosos que se activan para dar lugar a la sensación de orgasmo son siempre
las mismas. Lo que los diferencia son las zonas de estimulación: clítoris, vagina,
pezones o inclusive la fantasía.
. Cuantos antes se empieza la vida
sexual, antes acaba.
Es al
revés, aquellas personas que desde muy
temprano gozaron de una vida sexual satisfactoria suelen prolongar más su vida
sexual activa. “Los hombres en quienes la aparición del deseo sexual fue precoz
y cuya actividad fue intensa en su juventud, sienten mayor necesidad y
posibilidades de mantenerse sexualmente activos en su edad madura y
ancianidad”. (Dr. Gindín). El deseo y la
posibilidad de actividad sexual en la edad madura se relaciona con la
intensidad de la vida sexual de cada individuo en su juventud.
Además,
cualquier órgano que no se ejercita sufre un proceso de atrofia. Por eso, las
erecciones nocturnas espontáneas de los varones, tienen como función mantener
el pene en condiciones óptimas de funcionamiento. Sin erecciones diarias,
aumentaría la producción de colágeno que a largo plazo, formaría un tejido
fuerte que dificulta el flujo sanguíneo.
. NO PODES QUEDAR EMBARAZADA LA
PRIMERA VEZ QUE SE TIENE RELACIONES SEXUALES.
A partir del
primer período menstrual, la mujer puede
quedar embarazada durante los períodos fértiles de su ciclo, no importa la
experiencia sexual que tenga.
¿Conocés algún otro mito, o mentira
instalada sobre el sexo?
LIC. MARÍA ESTER ANTELO
PSICÓLOGA- ESPECIALISTA EN SEXUALIDAD