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viernes, 3 de octubre de 2014

ABORTO



Eterno debate. Si o no a la despenalización del aborto. En rincones opuestos, a quienes se definen como defensores de la vida desde la concepción y al movimiento de mujeres que reclaman el derecho de las madres a decidir sobre su vientre.

 La realidad es que en nuestro país, en el año 2011, se realizaban 500.000 abortos por año y las complicaciones por prácticas inseguras encabezaban las causas de muerte materna. Se lo ha castigado con 4 años de cárcel, salvo en casos excepcionales como riesgo para la vida de la madre, o embarazo como resultado de una violación a una mujer idiota o demente; pena que alcanzaba también a quienes participaban de la intervención. Esto hace que muchos médicos se abstengan de intervenir, aún en casos donde están claramente amparados por la ley.


La postura de algunos........... Hay vida desde la concepción. Por ello, cualquier avance sobre ella es un crimen. "El embrión humano no es una viscera, por lo tanto la opción no es destrozarlo para resolver problemas de los adultos". Para este sector del debate, el derecho a la vida está muy por encima del derecho a elegir de la madre.


La postura de otros............ Hablar de embarazo si es hablar de vida, pero no de persona, y comparan la semilla con el árbol, para graficar la diferencia entre la potencialidad y la concreción. Y aclaran que las personas que están a favor del derecho al aborto, respetan a las personas que no quieren abortar... sólo se trata de que aquellas mujeres que en una situación determinada necesitan recurrir a un aborto estén protegidas por cierta legalidad, para que en esta decisión no se les vaya la vida.

 Para muchos que apoyan la despenalización del aborto en un caso de violación, pueden tener reparos cuando el embarazo resulte de otras situaciones. Y ahí aparecen sentimientos encontrados... en qué vereda ubicarse?

¿Privilegiar el derecho a nacer o el derecho de la mujer a decidir cuando ser madre?

 El drama del aborto esconde otro tema más, que es el del embarazo no deseado. Por eso, no sólo importa lo legislado sobre el tema, sino además contar con políticas públicas eficaces en materia de educación sexual y anticoncepción.

En los países donde se encuentra legalizado el aborto, la cantidad de abortos es menor y casi no se registran muertes maternas. Pero va acompañado también de un importante compromiso en educación sexual, cobertura médica  y  provisión de métodos anticonceptivos.

 Ya hace muchos años, Françoise Dolto, en su libro "Sexualidad Femenina", incluyó un capítulo sobre el aborto. Y habla de los médicos moralistas, aquellos que son incapaces de soportar la idea que una mujer pueda ir libremente a ver a su médico y hablarle de su deseo de abortar. Y esta conducta hace que, al no brindar ayuda, exponga a esta mujer a un peligro mayor. "Esta misma conciencia profesional debería exhortarlos también a defender la vida, si no del niño, por lo menos la de la madre".

Detrás de su requerimiento de aborto, hay siempre un gran sentimiento de culpabilidad; de estar encinta, de rechazar su embarazo, culpabilidad respecto de los otros hijos, culpabilidad por haber cedido a sus deseos y no haberse cuidado. Se siente incapaz de asumir a su hijo, en las condiciones psíquicas y materiales en las que se encuentra; madres embarcadas en la gestación de un niño que desde el comienzo de su vida será frustrado del derecho de todo ser humano a la alegría. "Sufrido como una falta, soportado y ya negado simbólicamente, ese ser humano será parido por una madre que no lo ha deseado, que no tuvo fe en su vida, que soportó la maternidad como una víctima vergonzosa de una necesidad física de su partícipe irresponsable".

"Una mujer cuyo cuerpo es adulto, y que en un impulso hacia otro se ha entregado a él, poco consciente de las consecuencias, o se vio sometida a él por intimidación y que descubre que está encinta, si no quiere a ese niño, hay que escucharla. Hay que escucharla, porque no es natural que una mujer no esté feliz y alegre de gestar a su hijo".


El resultado es o que abortan igual y lo hacen corriendo peligro su vida, o no se atreven a decir nada más y conservan a ese feto que para ellas es como un cuerpo extraño.

Ahora, tampoco con un aborto bien hecho se termina todo. Un aborto es siempre un acontecimiento muy importante para la vida de una mujer. La concepción de un ser viviente es fuente de una potencialidad, por lo tanto, se vive un duelo. Por eso es importante la forma en la cual se llegó a la decisión de abortar; si fruto de una madura reflexión o tomada con total ligereza. Esta decisión puede tener repercusiones profundas, vividas en el inconsciente, incluso en aquellos que no tienen ningún sentimiento consciente de culpabilidad.

 "Si el aborto se declarara legal, nunca habría que practicarlo sin una o varias entrevistas tendientes a hacer surgir del inconsciente de esa mujer, todo lo que ese acto puede tener de enriquecedor para ella, para su compañero y para su grupo, en lugar de vivirlo como un borramiento técnico, de un incidente de trámite técnico, de una vida genital técnica. |Cuántas mujeres vemos que han abortado numerosas veces, sin que jamás se les haya planteado el sentido desordenado, autodestructor o irrisorio, de sus abrazos sexuales irresponsables! (Françoise Doltó)


La ley debe cambiar, decía Doltó, para que ninguna mujer decidida a abortar, pueda hacerlo antes de haber conversado sensatamente sobre la decisión que va a tomar. Es necesario que un médico escuche a una mujer que quiere abortar, para que pueda verbalizar su angustia y su temor.

Por otro lado.... ¿Qué opciones se les ofrece a las mujeres que quieren abortar? ´De qué sirve la firma a mansalva de petitorios contra el aborto a la ligera, sin verdadera responsabilidad social. Sin verdadero compromiso social.

 A pesar de que no considero al aborto como una opción para mi vida (tuve la suerte de tener información y acceso a métodos anticonceptivos), no es el caso de numerosas mujeres que a diario, deben tomar la decisión de abortar como un acto clandestino, con las consecuencias terribles que puede traer aparejadas para su salud física. Es hora de dejar la hipocresía de lado, y admitir que, como la frase que se le atribuye a Favaloro, la no legalización del aborto impide que sean las mujeres de más bajos recursos las que accedan a la posibilidad de intervenciones bien realizadas, en óptimas condiciones, que no pongan en riesgo su vida. De nada sirve hacernos los distraídos con esto... El aborto legal no va a hacer que haya más o menos abortos, pero sí menos madres muertas.


De todas maneras, la sola legalización de la práctica, sin políticas adecuadas en materia de educación sexual y acceso a anticonceptivos, no sirve de mucho... Deben ir unidas. El lema es..... " EDUCACION SEXUAL para decidir. ANTICONCEPCIÓN para no abortar. ABORTO LEGAL para no morir." Y como dice Dolto, las mujeres que deciden abortar, necesitan luego de apoyo terapéutico para poder superar sus sentimientos de culpabilidad y el duelo que puede sobrevenir por lo que ya no será. Siempre el aborto es un acto de desesperación, de angustia, por eso la escucha es tan importante, ofrecerles algún tipo de respuesta, protegerlas de la muerte y en otros casos, de intervenciones clandestinas mal realizadas, que dejan secuelas físicas importantes. Y no dar vuelta la cara a una realidad que intenta ser silenciada hipócritamente.


LIC. MARIA ESTER ANTELO

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