PETITE MORT
Le pedimos
al amor -que, siendo deseo, es hambre de comunión, hambre de caer y morir tanto
como de renacer- que nos dé un pedazo de vida verdadera, de muerte verdadera.
No le pedimos la felicidad, ni el reposo, sino un instante, sólo un instante,
de vida plena, en la que se fundan los contrarios y vida y muerte, tiempo y
eternidad, pacten. Oscuramente sabemos que vida y muerte no son sino dos
movimientos, antagónicos pero complementarios, de una misma realidad. Creación
y destrucción se funden en el acto amoroso; y durante una fracción de segundo
el hombre entrevé un estado más perfecto. (Octavio Paz)
Cuando el
amor llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más
hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque
sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es
una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del
abrazo, que rompiéndonos nos junta , perdiéndonos
nos encuentra y acabándonos nos empieza.
Pequeña muerte, la llaman; pero grande , muy grande ha de ser, si matándonos
nos nace" (Eduardo Galeano)
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Petit mort
... Pequeña muerte.... estado de pérdida de conciencia que ocurre después de un
orgasmo....sensación de desvanecimiento que sienten las personas en algunas
experiencias sexuales. Al decir de Galeano, pequeña muerte que al matarnos nos
nace.
Qué es lo que realmente les sucede a los
hombres y mujeres cuando alcanzan el orgasmo? espasmo que dura unos pocos
segundos pero acompañado de una intensa actividad fisiológica. Aumenta el
volumen del flujo sanguíneo, el corazón late más rápido, se acelera la
respiración, los músculos se contraen involuntariamente.
El término orgasmo, viene del griego “escalera,
subida” y significa “excitación lujuriosa”. Es el momento culminante del placer
sexual, propio y exclusivo de los seres humanos. El liberar repentino de la tensión muscular y
nerviosa en el climax de la excitación sexual. El placer físico más intenso del
cual el ser humano es capaz. En cada
individuo el orgasmo lleva su huella, un autor hablaba de la "huella
dactilar del orgasmo". Tan personal, tan subjetiva.
Lo que nunca se debe olvidar es que el orgasmo comienza en el cerebro, por eso es
tan importante cultivar la imaginación ; trabajar para potenciar tus puntos de placer y para conocerse.
El órgano sexual más grande del ser humano es
la piel, por eso explorá tu cuerpo, no te limites al contacto de los genitales.
El espasmo
dura unos pocos segundos, a lo sumo un minuto, pero lo acompaña una intensa
actividad fisiológica. Los genitales aumentan su volumen con el flujo
sanguíneo, el pulso se acelera, los músculos se contraen involuntariamente.
Algunos contornean el rostro. Muchas mujeres tuercen los pies: los hombres con
pies grandes los tensionan y aquellos con pies chicos, los tuercen. En ambos
casos, se pueden arquear y temblar. Con frecuencia la frente se llena de sudor,
el corazón late rápidamente y la respiración se acelera y se vuelve
superficial. Los orificios nasales se ensanchan y parecen calentar el aire a
medida que fluye a través de ellos. En el momento del clímax, el cuerpo de los
amantes se contrae en intervalos de 0,8 segundos. El summun sexual en el ser
humano es un paroxismo de placer. Un cálido resplandor envuelve la cintura y el
pecho. Los pies se relajan. También las emociones alcanzan una convulsión
profunda. Un halo de bondad, bienestar y calma relajación oscurece la realidad
momentáneamente. Tanto el hombre como la mujer pueden reir o llorar o sentir
inusuales cosquilleos…. Una vez que la necesidad biológica está satisfecha,
prosigue un largo período de cansancio, reposo y normalmente, adormecimiento”
(Jonathan Margolies)
“Sintió que
la corriente se extendió más profunda y por más tiempo que los orgasmos que
había sentido antes. Con todo el cuerpo apretado, en segundos pensó que iba a
reventar de placer y que un extraño silbido la dejó sorda por momentos. Entre
el temor y las ganas de calibrar ese viaje en que sentía que se desdoblaba,
simplemente se dejó llevar. Esa noche, se embarcó en una ausencia de sí misma
que la llevó lejos. "Me apreté fuerte de su espalda y sentí una explosión
intensa que partía del clítoris hasta el estómago, y no dije nada, ni respiré
hasta que vi la cara de susto de él, entonces le tuve que golpear el hombro y
decir ‘está todo bien’. Después seguí sintiendo que algo latía dentro de mi
pelvis, entendí que todo había sido diferente"
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