AMOR O DULZURA DE VENUS
EL CLITORIS
Pareciera
que la ciencia nunca se ha hallado cómoda con el clítoris, sobre todo cuando se
pensaba que la finalidad biológica del sexo era sólo la reproducción. El
clítoris es la única parte del cuerpo humano que no tiene otra función que la
de proporcionar placer. Entonces, estudiar sobre la existencia de un órgano que no fuera útil para
la función reproductiva no tenía lógica.
¿Es
casualidad que se haya tardado tanto en estudiar el clítoris con el mismo rigor
científico que el pene? Considero que no.
El clítoris
tiene 4000 terminaciones nerviosas que llegan de ambos lados y culminan en un
pequeño apéndice con 8000 fibras nerviosas. El pene tiene en total de 4000 a
6000, así que el clítoris tiene más terminaciones nerviosas y están comprimidas
en un espacio mucho más reducido. Por eso es tan sensible
Reacciona prácticamente
igual que un pene en cuanto a que recibe una gran cantidad de flujo de sangre
cuando está excitado, se pone muy tenso y comienza a sobresalir un poco.
Este
pequeño “botón mágico” es mucho más grande de lo que se cree, su tronco sube
bajo el capuchón, después se curva y se extienden dos largas raíces que se
prolongan a lo largo del hueso púbico.
La
desconsideración del placer femenino ha llevado a la ignorancia de la mujer
sobre su capacidad de disfrute. Es inconcebible que las mujeres piensen que su
sexualidad está más inhibida que la de los hombres.
Cuando los
primeros anatomistas identificaron la correlación de algunas partes del sexo de
hombres y mujeres, lo hicieron siguiendo un orden jerárquico en el cual se
concebía a la mujer como inferior al hombre.
El hombre
era la medida de todas las cosas y la mujer existía para comparársela con él. Así
se mantenía la jerarquización sexual.
Galeno fue
el que introdujo la idea de que la vagina era el correlato del pene. Cuando describe
los genitales femeninos como una versión “mutilada” de los masculinos, está
reflejando el pensamiento general de su época, que afirmaba que el hombre era
superior a la mujer.
El primero
en hablar apasionadamente de la “sede de deleite de las mujeres” fue Reinaldo
Colombo, anatomista italiano que en 1559 fue el primero en estudiar sobre el
clítoris. Lo llamó Amor Veneris – amor o dulzura de Venus. Luego otros como
Vesalius y Fallopio continuaron investigando.
Pero en esa
época, los médicos cristianos tendían a pasar por alto las partes del cuerpo
femenino que se consideraban irrelevantes para la reproducción. En la tradición
cristiana, los placeres de la carne son un padecimiento y en la época de la
caza de brujas, un gran clítoris era considerado la marca del diablo. Así el
útero era el centro de interés de todos los estudios.
A pesar del
recelo de la Iglesia por todo lo que concernía al placer, los médicos recetaban
tratamientos sorprendentes para la Histeria. “untar el dedo con aceite
perfumado y frotar la vulva en forma circular”. De esta forma, la mujer podía
ser conducida a un arrebato (orgasmo).
En el siglo
XIX se pensaba que la excitación sexual desequilibraba mentalmente a las
mujeres y la culpa era del clítoris. Incluso se sospechaba que era el
responsable de la histeria, la epilepsia y otras formas de locura. Cientos de
mujeres fueron mutiladas en esa época, “curadas” de los males de la
masturbación gracias a la clitoridectomía.
Aún hoy,
sigue existiendo la mutilación sexual femenina: las culturas que dan valor
excepcional a la virginidad realizan esta práctica ritual, pero este tipo de
intervenciones reduce y hasta impide desear sexualmente.
Sigmund
Freud , al distinguir dos tipos de orgasmos, el clitoridiano y el vaginal,
estableció una jerarquía entre una sexualidad más infantil y otra más adulta. Y
así caracterizaba al orgasmo vaginal como el verdadero orgasmo femenino.
La realidad
es que la vagina tiene pocas terminaciones nerviosas y cuando se tiene un
orgasmo mediante la penetración, es porque se estimula el haz nervioso
clitoridiano.
El clítoris
es mucho más grande y más complejo que las descripciones hechas en los libros
de anatomía.
“El botón
encapuchado que asoma discretamente entre los labios de la vagina es la punta
de un enorme iceberg embutido en el cuerpo de la mujer”.
Está
conectado a tejido eréctil interior y a dos abultamientos a ambos lados de la
cavidad vaginal. La única parte visible del clítoris es el glande, que mide
cerca de 2,5 cm, pero las raíces o piernas miden 7,5 cm. El tejido del clítoris
es muy similar al del pene, con muchas terminaciones nerviosas, y no tiene otra
función que no sea la de disfrutar de sensaciones eróticas.
Tanto en
los informes Hite como Kinsey demostraron que la estimulación manual del
clítoris era la forma más usada para alcanzar el orgasmo.
Con la
llegada de la píldora anticonceptiva en 1960, las mujeres empezaron a disfrutar
de una libertad sin precedentes. Mucho más control sobre su propia fertilidad y
capacidad para evitar el embarazo no deseado. A partir de esta época aparecen
materiales escritos por feministas que animan a las mujeres a apreciar la
belleza de sus órganos genitales, a sentirse a gusto con sus sensaciones y a
sentirse libres de masturbarse como medio de explorar y gozar de sus cuerpos.
Lic. MARIA ESTER ANTELO
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