EL DEBUT SEXUAL EN TIEMPOS DE INTERNET
La “primera
vez” es uno de los episodios más importantes de la vida sexual adolescente. Numerosas expectativas
e interrogantes sobre el amor y el sexo se ponen en juego, algunos de los
cuales no pueden ser respondidos por la mera información científica.
El inicio
sexual suele tener patrones bastante comunes, según la época y el lugar que nos
toque vivir. Todos estamos inmersos en una cultura que nos condiciona, el marco
social del que formamos parte atraviesa todos nuestros comportamientos, por
ende también el sexual.
La forma de
expresarse sexualmente es un fiel reflejo de la época y la cultura en la que se
vive.
Con los
años sesenta, llega un descubrimiento que revoluciona la sexualidad: la píldora
anticonceptiva. Se comenzaba a separar la reproducción del goce. Era posible
tener relaciones sexuales sin que esto tuviera por consecuencia un embarazo no
deseado.
Pero con la
aparición del SIDA se vuelve para atrás en esa libertad sexual, y se hace
necesario conductas de cuidado y de prevención. La Organización Mundial de la Salud sugiere para los adolescentes las pastillas anticonceptivas, que son efectivas en un 99,9% para no producir un embarazo, junto con el preservativo que es el único método que protege de las infecciones de transmisión sexual.
El inicio
del nuevo siglo muestra algunos comportamientos bastante particulares con
respecto al debut sexual, según muestran numerosas investigaciones
periodísticas.
Por un
lado, el sexo oral se convirtió en una especie de ritual de iniciación, acto
que cuenta con la complicidad grupal y que busca, al igual de lo que
caracteriza las relaciones por internet, un placer instántaneo, veloz. Comportamiento
que aumenta peligrosamente la exposición a las enfermedades de transmisión sexual,
si no se guarda el cuidado necesario.En segundo lugar, el debut subido a la web y difundido a través de celulares, que ya se instaló como tema de debate que preocupa a padres y docentes. Conducta que busca la popularidad y el reconocimiento de los pares.
No olvidemos que formamos parte de una sociedad exhibicionista, una cultura de la imagen, “para ser exitoso hay que mostrarse”, sumada a la cultura del TODO YA Y AHORA, por la inmediatez de internet.
Por otro lado, la hipererotización de los medios, que bombardean con imágenes eróticas en las publicidades, novelas, películas. Sumado a que la pornografía pasó a estar al alcance de todos, en forma mucho más masiva que antes. Los medios idealizan tanto el sexo que casi siempre las primeras experiencias son desilusionantes porque los chicos pretenden orgasmos maravillosos, en lo posible múltiples y erecciones interminables. Pero la primera vez, no siempre es un cuento de hadas, sólo se trata del principio de un aprendizaje que lleva a la sexualidad plena. Entre las fantasías que se construyen y la realidad, suele haber bastante distancia.
Quizá sea una de las razones por lo cual comienza a verse que muchos varones jóvenes toman sildenafil para su debut sexual. Lo consumen para asegurarse un excelente rendimiento en su primera vez y evitar riesgos de pasar un papelón . Otros lo consumen porque como tomaron alcohol para vencer las inhibiciones y lograr el acercamiento , necesitan algo que les garantice la erección.
El riesgo de esto es producir una bola de nieve imparable y que queden pegados al uso del sildenafil: pero no por la dependencia que pueda generar, sino porque probablemente con este consumo, va a transformarse en un varón inseguro, que no quiere aprender a tener relaciones sin haberlo tomado.
Consumo de una pastillita mágica que garantice el rendimiento. Sumado a esto, en los últimos tiempos, se informó de un aumento de consumo de la pastilla del “día después”, desvirtuando de esta manera su finalidad original: en lugar de ser usada en casos de emergencia, donde hubo una falla del método anticonceptivo tradicional, pasa a ser utilizada como “salvavidas” de las conductas de riesgo de los fines de semana.
En un
estudio realizado en el Hospital Argerich, el 50% de las chicas entre 13 y 16
años, dijeron que aceptaron tener sexo bajo algún tipo de presión (desde la
violación hasta la amenaza de abandono). Por eso es importante inculcar la
importancia de que se sientan absolutamente libres para tomar decisiones sobre
el inicio de su sexualidad. No dejarse apurar por nada ni por nadie. La seguridad
y la decisión siempre deben partir de ellos.
Hablar con
los adolescentes de sexualidad, no es sólo darles una explicación detallada de
cómo son los genitales o el funcionamiento fisiológico de los mismos; implica dar información acerca de cómo prevenir
enfermedades de transmisión sexual y la
manera de evitar un embarazo; y también poder conversar acerca del sexo ligado
al placer, la sexualidad no divorciada de la afectividad, el respeto por el
cuerpo del otro y del propio. Información y reflexión yendo de la mano.
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