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jueves, 27 de junio de 2013

"HYSTERIA" - HISTORIA DE LOS JUGUETES SEXUALES



                                              "HYSTERIA"

HISTORIA DE LOS JUGUETES SEXUALES
 
 
 
 
"Masturbarse es hacer el amor con la persona que más querés" (Woody Allen)
 
 
 
En el año 2013 se estrena el film "Hysteria" , comedia romántica inglesa que cuenta la historia del Dr. Joseph Mortimer Granville, creador del primer vibrador con baterías en el año 1880, para ser utilizado con fines médicos.
 
En el Antiguo Egipto y en la medicina hipocrática, se consideraba el activo deseo sexual femenino como una enfermedad llamada HISTERIA ( enfermedad causada por el movimiento del útero). Ya en el antiguo Egipto la mutilación genital femenina tenía como objetivo proteger la salud de la mujer, que debido a su "voraz" naturaleza, sufriría una gran cantidad de orgasmos. La medicina griega aseguraba la necesidad de las mujeres de tener relaciones sexuales periódicamente para no enfermarse. Galeno fue uno de los primeros médicos en recomendar la masturbación terapéutica en mujeres.
 
El mayor auge del diagnóstico de histeria fue en la época victoriana de pleno siglo XIX, en un momento histórico donde el sexo estaba ligado únicamente a la reproducción. Muchas mujeres eran diagnósticadas como histeria, porque sufrían de insomnio, irritabilidad, ansiedad y una excesiva lubricación vaginal, y la manera de sanarlas era mediante un masaje en la zona pélvica, el cual terminaba cuando llegaban al orgasmo. Con la gran demanda de pacientes, el invento de Granville llega para solucionar los problemas de tendinitis entre los médicos que utilizaban este recurso, por tantos masajes que realizaban a diario.
 
Ya entre los egipcios y los griegos, aparecieron consoladores de cuero o madera llamados "olisbos", que eran utilizados con aceite de oliva como lubricante, en un intento de saciar el apetito sexual enfermizo de las mujeres. Como vemos, los "dildos", (objeto que hace de sustituto del pene para la penetración) ya se usaban en la Antiguedad.
 
Las muestras arqueológicas muestran evidencias del uso de dildos entre los egipcios, romanos, griegos y chinos. Estos primeros dildos u olisbos incluían testículos. Los romanos los fabricaban con enormes velas semejando a un pene y en Oriente, principalmente en China, se realizaban consoladores con boñiga (excremento) de camello seco y recubierto con resina. También hay consoladores de mujeres chinas fabricados en madera laqueada. En las culturas precolombinas, se utilizaba un hongo originario de Cuzco, cuya forma era semejante a un pene.
 
En Oriente también tienen su origen las famosas bolillas BEN-WA (alegría), más precisamente en Japón. Rino-Tama, una cortesana japonesa, descubrió que colocando dos bolillas dentro de la vagina durante horas, la mujer podía alcanzar un orgasmo. Eran hechas de marfil y se dicen que solicitado su uso por un Emperador que buscaba tener relaciones sin mucho preámbulo, introduciéndolas directamente en la vagina de sus amantes.
 
Los anillos para el pene son otra creación china. Un pedazo de tela de seda en la base del pene, aseguraba una erección más duradera. O los fabricaban con los párpados de corderos, manteniendo las pestañas del animal para provocar placer en hombres y mujeres por la estimulación. También se hacían anillos de cerámica o marfil, para retrasar la eyaculación.
 
Por el año 1600 hicieron su aparición los anillos para el pene más modernos y a su vez, estimuladores clitorídeos, tallados con figuras de dragones, con grandes lenguas, para poder estimular el clítoris durante la relación sexual.
 
De Japón son los Kokigami , destinados a jugar con la fantasía, ya que se trata de hacer una figura de papel que represente un animal , luego se introduce el pene en la figura a manera de disfraz y sirve como juguete previo al acto sexual.
 
En el Kamasutra se menciona la utilización de extensiones del pene , elaborados con diferentes materiales como madera, piel o metal. Estas extensiones eran puestas sobre el pene para aumentar su tamaño.
 
Aún con la mala prensa que gozaba la masturbación en algunas épocas, siempre existieron recursos para el goce privado. Aún dentro de los conventos, falos artificiales con sus bolsas testiculares, llamando bijoux religiosa a estos sustitutos.
 
Las muñecas inflables datan de los años 30-40; acompañaban a los marineros en sus largos viajes en barco. Las primeras eran de trapo con rostros dibujados. Después hacen su aparición las muñecas inflables propiamente dichas ; en Alemania y Japón fueron fabricadas para el personal de las fuerzas que lucharon en la Segunda Guerra Mundial. Y en los años 50 se vendían abiertamente, siendo de látex y silicona los principales materiales. Llegó a tal nivel de complejidad este invento, que en el 2010 sale a la venta la muñeca Roxxy, que puede hablar, discutir de política o simplemente gemir. Incluso hoy en día, entre los masturbadores masculinos se venden reproducciones fieles de partes del cuerpo femenino, hechas de materiales que brindan sensaciones táctiles muy placenteras. Existe en el mercado una mini vagina masturbadora, que cabe en la palma de la mano y es increíblemente semejante a la piel real .  Fue moldeada a partir de una actriz porno, tiene una reproducción de su vulva a tamaño natural y en su interior pequeños relieves estimulantes para aumentar el placer. Otros modelos de mini-vaginas imitan una lata de cerveza para ser fácilmente disimulables.
 
En el año 1791, con la publicación de "Justine" del Marqués de Sade (origen de la palabra sadismo), se populariza la utilización de látigos y esposas, propios del sado masoquismo y del bondage. Así, a mediados del siglo XVIII, los burdeles europeos comenzaron a especializarse en flagelación y otros tipos de castigo corporal. Hay muchos objetos usados sexualmente a la venta actualmente relacionados con el mundo sado masoquista, pero su origen es milenario: fustas,látigo, pinzas, máscaras, cadenas y sofás de sumisión.
 
Antes que el Dr. Granville se convirtiera en el padre del vibrador moderno, se utilizaba la "hidroterapia íntima", estimulación mediante un potente chorro de agua proveniente de una gran manguera, popularizado en los balnearios. Hay que recordar que la autoestimulación femenina era muy criticada, lo único autorizado era el uso del dedo masculino, sea el del marido, sea el del médico.
 
En 1870 aparece el "Manipulator", (una mesa de madera con un agujero en el medio para encajar la pelvis femenina, con una esfera vibrante conectada a una máquina de vapor) y las sillas especiales para masajes pélvicos.
 
Después del invento de Granville, algunas empresas comenzaron a fabricarlos en serie. Primeros intentos con corriente eléctrica, baterías, pedal, turbina de agua, aire a presión o motor a gas. Parecían equipos de ingeniería. El primer vibrador doméstico fue patentado en 1902 por Hamilton Beach y venía en un estuche con accesorios. Su comercialización tuvo tanto éxito que algunos modelos venían con una adaptación para ser utilizados como batidora.
 
Siempre pensando en el vibrador como un instrumento para la salud. Pero con la aparición de estos aparatos en películas pornográficas, dejaron de ser tan bien vistos y empezaron a ser considerados como objetos de perversión. En 1952, la Asociación Americana de Psiquiatría declaró oficialmente la inexistencia de la histeria como enfermedad y ahí el vibrador perdió su buena reputación.
 
Los investigadores Master y Johnson utilizaron vibradores para sus investigaciones sobre sexualidad. En los años 70 la sexóloga Betty Dodson empezó a dirigir sesiones masturbatorias en grupo para mujeres, utilizando un masajeador corporal y vibratorio con forma de micrófono. Especialmente indicado por ella para el tratamiento de la anorgasmia.
 
Hoy en dia su uso está socialmente aceptado tanto para la masturbación como un complemento hot en la relación de pareja, existiendo muchas alternativas. Algunos pueden ser conectados al Ipod, hay otros modelos con mando a distancia y el "Rabitt" (vibrador con estimulador de clítoris) popularizado por la serie "Sex and the City". También otros modelos con forma curva para adaptarse a la forma de la vulva.
 
Algunos consoladores son utilizados en relaciones de pareja a modo de prótesis, para alargar el tamaño del pene o para ser utilizados por parejas lesbianas. Otros permiten estimular el punto G o la próstata, y los hay para la penetración simultánea anal-vaginal y consoladores específicos para uso anal.
 
Existen vibradores con características especiales, que cumplen un rol clave en la vida sexual de algunas personas con control limitado de sus brazos y manos, por limitaciones físicas causadas por amputaciones o para hombres que han sufrido daños a nivel columna.
 
Aún cuando la autoestimulación genital en muchos momentos de la historia ha sido considerada como un acto inmoral, lo cierto es que no impidió el uso de objetos para obtener placer sexual. Lo cual la reconoce como una práctica efectiva para alcanzar el goce, y para mejorar la relación íntima compartida, a partir del conocimiento del propio cuerpo y de la propia respuesta sexual.
 
 
                                                                                     LIC. MARIA ESTER ANTELO  
 
 
 
 
 
 
 



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